Permítame decirlo sin rodeos: Soy rico. No rico en espíritu, no rico en potencial, sino rico en el sentido más literal de la palabra. Tengo dinero en el banco, activos que dan envidia a mis vecinos y un estilo de vida que no me exige contar cada céntimo. Pero la cuestión es que no necesito su validación para ello. Si cree que es más rico que yo, demuéstrelo. Deje de fingir y empiece a competir.
No estoy aquí para presumir o alardear, sino para desafiar el statu quo de lo que rico significa realmente en el mundo actual. Claro, todos tenemos nuestras propias definiciones, pero cuando estás sentado sobre una fortuna que aparece en los titulares y sigues sintiendo que no estás a la altura de su potencial, ahí es donde empieza el verdadero juego. Yo ya he cruzado esa línea, y ahora es el momento de que otros den el paso.
Así que si cree que tiene más dinero que yo, o si cree que vive una vida más rica, veamos lo que tiene. Vaya a IMRTY y demuéstrelo, le reto. Averigüemos quién es realmente el más rico entre nosotros.
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